Panamá se convierte en el segundo país de Latinoamérica que establece como prioridad su compromiso en la protección de sus océanos, uniéndose a la iniciativa 30×30, que busca establecer, en todo el mundo, protección al 30% de los océanos para el año 2030.
Con la firma del Decreto Ejecutivo, de parte del presidente panameño, Lurentino Cortizo, se ampliará el Área de Recursos Manejados Cordillera de Coiba (ARMCC), una zona del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) de la República de Panamá, conformada por un polígono completamente oceánico que tiene un gran valor ecológico. Se cuenta aquí con una cadena de montañas submarinas, consideradas formaciones geológicas excepcionales, y la biodiversidad asociada a éstas, los ecosistemas
Se llega a este compromiso con el esfuerzo del Ministerio de Ambiente, en conjunto con la Autoridad de los Recursos Acuáticos (ARAP), la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) como gestor de los fondos y a cargo de los estudios científicos.
Con esta ampliación, el área protegida incrementará su superficie a 67,908.98 km2, y se elabora un plan de manejo del área protegida, a través del que se orientará el uso sostenible de los recursos naturales y se establecerán las bases para la gobernanza de éste, con la participación de los diversos actores sociales y gubernamentales en actividades que promuevan la protección, manejo y desarrollo sostenible.
Con la ampliación del ARMCC en 67,908.98 km2 la superficie marina total de la República de Panamá que actualmente cuenta con 47,542.79 km2 aproximadamente con algún grado de gestión, se incrementará a 98,228.25 km2.
“Como un país en vía de desarrollo, Panamá ha contribuido relativamente poco al cambio climático. Esta visionaria acción del Gobierno de Panamá es una verdadera muestra de liderazgo azul en un momento crítico tanto para el océano como para la humanidad.” Cristina Mittermeier, fotógrafo y co-fundadora de SeaLegacy y Only One.
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